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La Voz de Gran Canaria

¿Qué motiva la lucha por el Puerto?

¿Qué motiva la lucha por el Puerto? El poder financiero de la Autoridad Portuaria abre el conflicto más grave de la última década. Arnaiz cuenta con respaldo político pero ATI, mermada por Granadilla, mira de reojo la expansión imparable de La Luz.
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El cambio de Luis Hernández por José Manuel Hernández al frente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas no resultó tan traumático.La nueva Ley de Puertos permitió entonces (1996) que las comunidades autónomas designaran a los presidentes. Era además el tiempo de luna de miel entre CC y el PP; el PSOE pasaba a la oposición y los votos nacionalistas eran decisivos para la gobernabilidad.Por eso, la salida del socialista José Manuel Hernández (agitada por las demandas del operador privado Leonardo Sanjuan) pasó rápidamente al olvido. La de Luis Hernández, en cambio, acusó un variopinto rosario de tensiones que aún hoy son visibles, 16 meses después de la transición. No obstante, en la caza al actual presidente, José Manuel Arnaiz, se esconden otras razones vinculadas todas ellas al poder financiero y político del Puerto, un poder que afecta incluso al pleito insular.

Arnaiz siempre supo que su ascenso a presidente estaría sujeto a controversia. Una vez perdido el control de La Caja, el sector liderado por Carmelo Ramírez (CC-Gran Canaria), ha lanzado toda su munición sobre el Puerto, escenario del fuego cruzado con los mauricistas. Ramírez ya trató de pactar con Paulino Rivero, presidente de CC, la presidencia portuaria a cambio de la paz interna.

El ex vicepresidente del Cabildo grancanario sabe que el tiempo pasa rápido(dos años para las autonómicas) y en una desesperada carrera por alcanzar cotas de poder, aprovecha el ascenso del PSOE a la Administración estatal para colocarse en la antesala de una añorada alianza progresista.

A su favor juegan dos factores: por un lado, que los socialistas han incorporado al menos a tres reconocidos dirigentes en el consejo de administración, una circunstancia que permite obtener información directa sobre los planes de Arnaiz; y, por otro, que los lobbies tinerfeños miran de reojo la expansión del Puerto de Las Palmas mientras su isla se arriesga a un referéndum que daría al traste con las expectativas de Granadilla.

n Los flancos

Esas fisuras en la defensa de Arnaiz, están siendo articuladas por Carmelo Ramírez en tiempo y forma. La batería de preguntas de Román Rodríguez en el Congreso sobre las actuaciones de La Luz y la solicitud de destitución a Adán Martín cuentan, además, con un factor externo que, en clave política, pesa: Luis Hernández asesora en la sombra a Ramírez y Rodríguez, y lo hace además con la convicción de quien ha presidido durante siete años la Autoridad Portuaria. La autoridad con la que se desenvuelve Hernández se ve agigantada con la posición de fuerza que protagonizan sus dos más directos asesores entre 1996 y 2003. El ex director José Miguel Pintado es hoy responsable del Puerto de Santa Cruz de Tenerife, y el ex subdirector José Fernández ocupa la plaza de director general de Costas del Ministerio de Fomento.

Pintado ya ha informado al detalle a los operadores tinerfeños de que la expansión de La Luz es imparable y de que su potencial financiero es uno de los más importantes del Archipiélago (9,2 millones de beneficio en siete meses).

Fernández posee en Costas un observatorio idóneo para fiscalizar las acciones de Arnaiz. De hecho, la pasada semana impuso el planeamiento de una playa para autorizar la ampliación del puerto de Arinaga hacia Santa Lucía. El PP ya ha advertido de que si se permite la playa, Arinaga «cercenará su futuro».

En Tenerife, las expectativas de crecimiento de contenedores, pasaje y carga se ven limitadas por el conflicto ecológico de Granadilla. A medida que el proyecto se empantana, Arrecife, Puerto del Rosario, Arinaga y La Luz se erigen como dinamizadores de un tráfico que elevará aún más los indicadores económicos de las islas orientales. Ese hecho corre el riesgo de pasarle factura electoral a ATI en beneficio del PSOE, y sus dirigentes lo saben. Por eso, en más de un foro ático, los conflictos en Gran Canaria son observados con alivio.

La potestad para nombrar a los presidentes portuarios está en la mesa de Adán Martín. Mientras el pacto con el PP se mantenga vivo, las posibilidades políticas de cambiar a Luis Suárez Trenor (Tenerife) o a José Manuel Arnaiz son escasas. La defensa esta semana de Paulino Rivero, José Carlos Mauricio o José Manuel Soria en favor de Arnaiz demuestra que proseguirá en el cargo. Y hay quien asegura que Arnaiz dispone de pruebas para comprometer la gestión de sus antecesores.

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