Canarias: campeona en fracaso escolar
TERESA GONZÁLEZ DE LA FE
Hacía mucho que no se hablaba de fracaso escolar. Parecía que la LOGSE hacía imposible el fracaso, generalizando la ignorancia hasta convertirla en normalidad. Pero no. Un estudio de uno de los padres de la LOGSE (qué será de nosotros, los malos alumnos de Álvaro Marchesi) deja claro el fracaso de la misma: hay proporciones importantes de estudiantes que fracasan ¡incluso con la LOGSE!
Canarias lidera el fracaso escolar en España, cosa de la que debe sentirse muy orgullosa la Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, que tiene todas las competencias sobre la materia. Más de un tercio de los estudiantes canarios no logra graduarse en la ESO, la enseñanza secundaria obligatoria, según datos de 2001 que hoy pueden ser peores.
La pobreza de hoy y la de mañana se mide en años de escolarización y en títulos educativos. El tercer y el cuarto mundo, esas metáforas del expolio y la exclusión, son sobre todo mundos de ignorancia y de carencia de herramientas intelectuales y cognoscitivas. La Educación pública no ha sido nunca una prioridad del Gobierno de Canarias, salvo quizás en la legendaria época del consejero Balbuena y sus esfuerzos por lograr la escolarización obligatoria.
Hoy, las dos universidades canarias llevan un mes de huelga sin que en muchos centros haya empezado el curso. En la enseñanza no universitaria crecen de forma espectacular las ratios de alumnos por profesor, las sustituciones por baja no se cubren a menos que la baja supere los 30 días, los profesores interinos se contratan los lunes y se despiden los viernes para no pagarles el fin de semana -ni las vacaciones-, los directores se nombran y se destituyen según la mansedumbre hacia los equipos de la Consejería y el descenso de calidad en la enseñanza pública es notorio y palpable, al tiempo que las ayudas a la enseñanza privada también son palpables.
Canarias da muestras o síntomas de preocupantes patologías sociales. La sociedad canaria está enferma de modernidad y la anomia reinante produce toda clase de conductas patológicas en las diversas esferas e instituciones sociales. Todo es mohína. Y no porque no haya cecina, sino porque unos pocos se la llevan todita. Pero nuestros mandamases siguen sembrando la semilla de la fractura social: la ignorancia.
Desde aquí sugiero a todos los científicos sociales de Canarias la organización de un congreso regional que verse sobre el estado del conocimiento social sobre nuestras Islas. La comunicación y el intercambio de ideas siempre producen nuevas soluciones a viejos problemas. El de la ignorancia es endémico en estas tierras. No es el único, pero es el más preocupante en la medida en que condiciona completamente el futuro.
Hacía mucho que no se hablaba de fracaso escolar. Parecía que la LOGSE hacía imposible el fracaso, generalizando la ignorancia hasta convertirla en normalidad. Pero no. Un estudio de uno de los padres de la LOGSE (qué será de nosotros, los malos alumnos de Álvaro Marchesi) deja claro el fracaso de la misma: hay proporciones importantes de estudiantes que fracasan ¡incluso con la LOGSE!
Canarias lidera el fracaso escolar en España, cosa de la que debe sentirse muy orgullosa la Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, que tiene todas las competencias sobre la materia. Más de un tercio de los estudiantes canarios no logra graduarse en la ESO, la enseñanza secundaria obligatoria, según datos de 2001 que hoy pueden ser peores.
La pobreza de hoy y la de mañana se mide en años de escolarización y en títulos educativos. El tercer y el cuarto mundo, esas metáforas del expolio y la exclusión, son sobre todo mundos de ignorancia y de carencia de herramientas intelectuales y cognoscitivas. La Educación pública no ha sido nunca una prioridad del Gobierno de Canarias, salvo quizás en la legendaria época del consejero Balbuena y sus esfuerzos por lograr la escolarización obligatoria.
Hoy, las dos universidades canarias llevan un mes de huelga sin que en muchos centros haya empezado el curso. En la enseñanza no universitaria crecen de forma espectacular las ratios de alumnos por profesor, las sustituciones por baja no se cubren a menos que la baja supere los 30 días, los profesores interinos se contratan los lunes y se despiden los viernes para no pagarles el fin de semana -ni las vacaciones-, los directores se nombran y se destituyen según la mansedumbre hacia los equipos de la Consejería y el descenso de calidad en la enseñanza pública es notorio y palpable, al tiempo que las ayudas a la enseñanza privada también son palpables.
Canarias da muestras o síntomas de preocupantes patologías sociales. La sociedad canaria está enferma de modernidad y la anomia reinante produce toda clase de conductas patológicas en las diversas esferas e instituciones sociales. Todo es mohína. Y no porque no haya cecina, sino porque unos pocos se la llevan todita. Pero nuestros mandamases siguen sembrando la semilla de la fractura social: la ignorancia.
Desde aquí sugiero a todos los científicos sociales de Canarias la organización de un congreso regional que verse sobre el estado del conocimiento social sobre nuestras Islas. La comunicación y el intercambio de ideas siempre producen nuevas soluciones a viejos problemas. El de la ignorancia es endémico en estas tierras. No es el único, pero es el más preocupante en la medida en que condiciona completamente el futuro.
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